Pláticas oportunas con adolescentes
-Daniel Kauffman
Capítulo 9
LaS COSAS PEQUEÑAS
Tal vez hayas leído las siguientes líneas:
Gotitas de agua,
Granitos de arena,
Han formado el mar
Y la hermosa tierra.
Es una de nuestras muchas advertencias que la vida, con todo lo que la rodea, está compuesta de cosas pequeñas. Así como los océanos están compuestos de pequeñas gotas, y las montañas de pequeñas partículas de arena o arcilla, así los centavos forman fortunas, y la eternidad está formada de momentos. Algunos niños piensan que no vale la pena el ahorrar centavos, pero suficiente de ellos, llegarían a ser millones. Un momento es considerado como algo de poco valor. De tan poco valor que muchas personas han desperdiciado suficiente de ellos como para echar a perder todas sus vidas.
Una pequeña obra de amabilidad parece ser algo insignificante, sin embargo, es el índice de un gran corazón. Las palabras livianas, “las palabras de escarnio”, “las mentiras blancas”, todas son consideradas como cosas insignificantes. Sin embargo, son las primeras pasaderas a graves faltas y crímenes. Hay muchas otras cosas pequeñas que ya han sido mencionadas; pero confiamos que hemos nombrado suficiente como para impresionarnos a todos de que nada debe ser menospreciado simplemente porque sea pequeño. Un corazón pequeño en un hombre o en una mujer debe causar lástima en lugar de ser despreciado.
Ahora, unos pocos hechos o lecciones que podemos extraer de nuestro tema:
1. El crecimiento es gradual. ¿Alguna vez has visto algo crecer? Has tenido muchísimas oportunidades, porque las cosas a tu derredor están creciendo siempre. La bellota se convierte en el inmenso roble, sin embargo, nadie nunca lo ve crecer. Poco a poco, las pequeñas partículas son añadidas al árbol hasta que llega a tener sus inmensas proporciones –un gran árbol compuesto de cosas pequeñas. Compara tu mente con lo que ella era ayer. ¿Has notado cambio alguno? Compárala con lo que era hace unos diez años. ¿Has notado cambio alguno? A la primera respondes “No” , y a la segunda “Sí”. Sin embargo, tu desarrollo desde ayer habrá sido tan rápido como en cualquier otro tiempo durante los últimos diez años. La verdad es que, las sumas y las restas en nuestras mentes son tan pequeñas que requiere suficiente tiempo para recolectar suficientes de estas sumas y restas como para poder verlas.
Así como es con la mente, así también con la moral. Tú nunca has
visto un abstinente total convertirse en un borrachón empedernido en
un día. Nunca has visto chicos de mentes puras convertirse
repentinamente en profanos horribles. Ellos se habrán endurecido a
estas cosas. ¿Has notado cuán difícil le es a algunos muchachos el
acostumbrarse a jurar? ¿O cuán difícil le es a algunas muchachas el ser
rudas? ¿O para algunos hombres con buena enseñanza hogareña el ser
deshonesto en sus negocios? Pero, poco a poco, algunas añadiduras de
virtud o perversión se hacen, de modo que, en el correr del tiempo, sin
notar cambio alguno de día en día, notarás un cambio decidido para
mejorar o para empeorar.
2. Ten cuidado de cuál clase de partícula sea añadida a tu personalidad.
Tú quieres una mente pura, un corazón puro, e intenciones puras. Entonces, tú querrás literatura pura, asociación pura, y pensamientos puros. Bajo tales circunstancias, no podrás menos que llegar a ser cada día más puro, aunque nadie vea tu crecimiento. Cualquier cosa que sea lo suficientemente grande como para ser visto, es lo suficientemente grande como para recibir atención. Hay quienes son descuidados con sus acciones, lenguaje, asociaciones, etc., quienes se halagan a sí mismos porque no son tan malos como lo son algunas personas. Pero, ¡espera un momento! Si continúan así, no podrán durar mucho. Porque poco a poco, la contaminación del pecado los está arrastrando hacia abajo, rumbo a las partes más bajas. El muchacho que se da al uso de escarnecer, gradualmente se hunde en el terrible pecado de profanidad. El bebedor moderado, está dando los pasos que lo llevan al abismo del borracho. El que busca placeres, está dando zancadas hacia los prostíbulos de vicios y borracheras. Si los días no muestran la diferencia, los años lo harán. Poco a poco, las adiciones serán hechas a tu personalidad. Mira bien por tí mismo, que estas pequeñas adiciones sean añadidas a tu virtud y utilidad.
3. Las diferencias entre pecados no está en la calidad sino en la cantidad.
¿Qué diferencia hay entre robarle a un hombre un centavo o una fortuna? ¿Qué diferencia moral hay entre robarle a un hombre una manzana o un caballo? ¿Qué diferencia hay entre una mentira pequeña y una grande? Pero, ¿porqué la enumeración? Puedes ver claramente que la diferencia es de tamaño, y que los que comenten pecados pequeños con el tiempo se endurecerán a cometer mayores. El crimen crece poco a poco, el corazón se endurece, pero la naturaleza del pecado sigue siendo la misma. Observa los pecados pequeños. Ellos pueden parecer pequeños, pero en ellos aún existe el mismo elemento que hace los pecados grandes ser tan monstruosos y destructivos. Los gérmenes de la enfermedad son tan pequeños que no pueden ser vistos: pero no es difícil ver los efectos de la enfermedad. Así es con los pecados pequeños.
4. Asegúrate de cumplir con tus responsabilidades pequeñas.
Ellas pueden parecer pequeñas, pero no son tan pequeñas como para no ser cumplidas. Podría ser cualquier pequeñez en la casa; una pequeña obra de bondad a alguien en necesidad; cualquier palabra de consuelo a algún afligido; algún regalo de amor a los pobres; puede ser obediencia a algún mandamiento de la Biblia que la mayoría de la gente considere muy pequeño como para ser notado. Cualquiera sea la responsabilidad, no importa cuán pequeña sea, cúmplela. Las responsabilidades grandes son responsabilidades pequeñas, pero multiplicadas. Al cumplir con las responsabilidades pequeñas, te muestras digno de otras más grandes. Este mundo necesita hombres y mujeres que sean lo suficiente grandes como para cumplir con las responsabilidades pequeñas.
Cuando en el transcurso de la vida,
Las batallas de la vida tengas que pelear
Toda la naturaleza te habla
Y al unísono resuena:
“Sé fiel a tus convicciones
Y mantente en la Verdad,
Y no olvides que es noble,
Las pequeñas cosas observar.
Es sorprendente cuán grandes resultados producen las cosas pequeñas. Un pequeño fósforo puede encender un fuego que puede consumir bosques enteros. Se dice que el gran fuego de Chicago en el 1871 fue causado por una chispa que cayó, de una vela de cebo, en un manojo de paja. Los microbios, que son tan pequeños que ni pueden ser vistos a plena vista, son los causantes de las grandes plagas de los países orientales, en los que miles, y a veces cientos de miles de vidas son eliminadas. Se cuenta la historia de dos pequeños indios que tuvieron una discusión por un saltamontes. Sus madres tomaron el pleito, y la pelea se agrandó hasta que dos tribus enteras se hallaron envueltas en guerra.
¿Deberíamos seguir hablando de cosas pequeñas? Creo que hemos escuchado suficiente como para convencernos de dos cosas: 1) Las cosas pequeñas no deben ser menospreciadas porque sean pequeñas. 2) Es importante el que prestemos atención cuidadosa a los más diminutos detalles de la vida.