CAPÍTULO
III
ACTIVIDADES EN HOLANDA (1536‑1543)
El campo de acción asignado a Menno en la época de su
ordenación no estaba aparentemente limitado en ningún sentido. Se contaba
con él para que visitara a los hermanos esparcidos, predicara, bautizara,
restableciera la Iglesia de Dios en cuanta oportunidad tuviera.
Naturalmente, procuró cumplir con su misión primeramente en las comarcas
cercanas. Se han conservado muy pocos datos relativos a las actividades de
sus primeros cinco años de ministerio. Conviene hacer notar que, a pesar de
haber contraído matrimonio en 1536 ó 1537 con una tal Gertrudis, no tuvo
residencia fija sino que viajó continuamente. Su primitivo campo de
actividades se extendía desde Friesland Oriental, donde bautizó a cierto
Pedro Juan en Oldersum, en 1536, hacia el poniente a través de las
provincias septentrionales de Groningen y Friesland Occidental. En estas
últimas, transcurrió la mayor parte del tiempo hasta 1541.
Menno mismo habla de un hombre
a quien había bautizado en Friesland Occidental y que fue ejecutado el 8 de
enero de 1539 por haberle hospedado.
Por el año 1539, escribe Menno, "un hombre muy piadoso
y temeroso de Dios, llamado Tjard Reynders, fue tomado prisionero donde yo
vivía, por la razón de haberme recibido secretamente en su casa, a pesar de
ser yo un hombre sin hogar, sin amigos, y sin la consideración de nadie.
Poco después fue condenado y torturado en el torno y después de dar un
valiente testimonio de su fe, murió como un esforzado campeón del Señor, a
semejanza de Su Maestro. Siempre había sido considerado hasta por sus
enemigos, como un hombre piadoso e irreprensible".
Menno viajó a Friesland Occidental varias veces al año
hasta 1541 y tan eficaz fue su trabajo, que bien pronto se le reconoció como
el líder conspicuo de los “Anabaptistas” en la provincia. Las autoridades
provinciales habían tratado infructuosamente por varios años, de extirpar la
“maldita secta”, llegando finalmente a la conclusión de que no lograrían su
intento hasta que Menno fuese quitado de en medio. A este fin, se le propuso
un plan a María, Regente de los Países Bajos, que consistía en inducir a
ciertos “Anabaptistas” prisioneros a que hicieran traición a Menno
entregándolo a las autoridades a cambio de su libertad, pero no tuvieron
éxito. La nota fechada el 19 de mayo de 1541, donde se esboza el plan a
seguir, muestra vívidamente los peligros a que se exponía Menno en sus
trabajos.
“Muy serena, justa, honorable;
muy poderosa Reina, muy graciosa Señora. Nos ofrecemos humildemente para
servir a Vuestra Majestad. Muy graciosa Señora; a pesar del error de la
maldita secta de los Anabaptistas que en los últimos cinco o seis años ha
prevalecido en estas tierras de Friesland, pero que ahora ‑alabado sea el
Señor‑ debido a la publicación de ciertos edictos y a ejecuciones que se
llevaron a cabo contra tales transgresores, hubiera sido seguramente
aniquilada y extirpada, a no ser por un tal Menno Symonsz, ex‑sacerdote,
dirigente principal de la precitada secta y que desde hace tres o cuatro
años anda fugitivo, recorriendo durante estos últimos tiempos dos o tres
veces por año estos lugares y embaucando mucha gente incauta y sencilla.
Para localizar y prender a este hombre, hemos ofrecido grandes sumas de
dinero, pero hasta el presente sin resultado alguno. Por lo tanto hemos
pensado ofrecer y prometer perdón y misericordia a algunos que han sido
engañados (por los Anabaptistas) y que desean gracia (retractándose de su
fe), si logran la captura de Menno Simons. Como no queremos tener la osadía
de hacerlo por cuenta propia, es que deseamos dar aviso a Vuestra Majestad,
rogando se nos comunique el beneplácito de Vuestra Majestad y la orden que
nosotros esperamos con impaciencia y dispuestos a ejecutar en la medida de
nuestras fuerzas, de lo cual Dios Todopoderoso es testigo. Que El conceda a
Vuestra Majestad mucha salud y largo imperio. Escrita en Leewarden el 19 de
mayo de 1541. Los humildes y obedientes siervos de Vuestra Majestad en
Friesland”.
El ofrecimiento de recompensas por el arresto de Menno
se anunció en carteles que se esparcieron por toda la provincia de Friesland
Occidental, pero sin surtir efecto ni arredrar a Menno en sus actividades
por la región. Por último el Emperador Carlos V fue inducido a publicar un
edicto contra Menno el 7 de diciembre de 1542, en el cual se ofrecía una
recompensa de 100 monedas de oro por su cabeza y además prohibía prestarle
ayuda u hospedaje en cualquier forma y leer sus libros. Todos sus
seguidores fueron igualmente perseguidos y arrestados. A cualquiera que
entregara a Menno a las autoridades le seria perdonado cualquier crimen que
hubiera cometido.
La severidad de estos edictos prueba la intensidad de
las persecuciones que debieron soportar Menno y sus partidarios en esta
época. Menno tenía pleno conocimiento de los riesgos que corría, pero
continuó bregando con indeclinable celo y coraje. Su espíritu se pone de
manifiesto en los siguientes párrafos de un folleto que escribió en esa
época:
"Y sobre todo, orad por
vuestro pobre y diligente siervo que es buscado empeñosamente para ser
entregado a la muerte, a fin de que Dios, Padre misericordioso, lo
fortalezca con Su Espíritu Santo y lo libre de la mano de los que
injustamente procuran su muerte, si esa es Su Paterna voluntad; y si no lo
es, que le conceda en toda tribulación, tortura, sufrimiento, persecución y
muerte, valor, determinación, sabiduría y fortaleza"
En el año 1541, Menno estableció su campo de acción al
S. de Ámsterdam y el territorio inmediato conocido como provincia del N. de
Holanda. Allí pasó la mayor parte de su tiempo durante los años 1541 a 1543,
sin interrumpir su contacto con Friesland y Groningen. Aunque bautizó
muchos en Amsterdam y los alrededores, sólo se ha conservado el nombre de
dos de ellos: Lucas Lamberto y el librero Juan Claeszoon. Ambos perecieron
como mártires el 19 de enero de 1544, poco después que Menno abandonó la
región. Claeszoon o Claasen hacía circular los escritos de Menno y
seguramente publicó algunos de ellos. Además era ministro ordenado.
Durante los cinco años de labor en
los Países Bajos, Menno se ocupó mucho de difundir sus obras, que
aparecieron en número de siete. Cinco de ellas eran más bien pequeños
folletos variando entre las veinte y sesenta páginas de un libro de tamaño
mediano. Los dos más importantes fueron "Los Fundamentos de la Doctrina
Cristiana", libro de doscientas cincuenta páginas, escrito en 1539 y "De la
Verdadera Fe Cristiana" de ciento sesenta páginas escrito en 1541. "Bautismo
Cristiano" publicado en 1539 tiene también cierta importancia. Todas las
obras de este período de la vida de Menno son exposiciones substanciales de
doctrinas fundamentales, como arrepentimiento, fe, nuevo nacimiento,
santidad, y temas similares. No eran tratados eruditos, sino más bien
libros simples, adaptados al común de las gentes y apropiados a las grandes
necesidades de la época. Por esa razón fueron ampliamente leídos y prestaron
un espléndido servicio fortaleciendo la fe de muchos que estaban turbados y
desorientados por los numerosos conflictos de la hora. No es extraño, pues,
que las autoridades se preocuparan tanto por destruir los escritos de Menno, y que impusieran severas penas a los que los leyeran o
distribuyeran.
Capítulo 4 |