Serie Historias del Hogar- Andrés Murray Amy Carmichael Catalina Booth A.T. Pierson Carlos Spurgeon Las ten Boom Inicio/Home
UNA CASA QUE NO CAE EN MEDIO DE LA PERSECUCIÓN
Como introducción a esta serie, hay que decir que falta mucho en la vida familiar de los cristianos de hoy. El hogar debe ser un refugio ante las tentaciones del mundo y los pecados. Debe ser un lugar donde reine el amor de Dios; lleno de paz y gozo. Pero, tristemente, no son así la mayoría de los hogares cristianos. Los padres discuten entre sí, casi nunca se sientan juntos todos de la familia para comer a la misma mesa, faltan miembros de la familia en muchos de los cultos públicos de la iglesia y un tiempo diario de culto familiar falta en muchos hogares.
Pero, Dios quiere cambiar todo esto. Y para animar a los padres en el quehacer ante esta falta, se les da estas "Historias del Hogar" de cristianos muy conocidos. Tengo que decir que tal vez no fueran buenas todas las doctrinas y prácticas de las personas quienes se escriben. De igual modo, las denominaciones mencionadas no fueran siempre rectas en cuanto a sus doctrinas y prácticas. Sin embargo, podemos aprender de los puntos correctos y desechar lo demás.
La Vida Hogareña de Corrie y Betsie ten Boom
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. (Mat. 7:24,25)
Al mirar el futuro de la iglesia en la tranquila Norteamérica, veo oscuras nubes viniendo. La persecución se acerca. La mayoría de los sinceros cristianos están de acuerdo en esto. En las reuniones, he pedido que levanten la mano los que creen que pronto vamos a ver una persecución física, y el 75% lo hacen. Sin importar cómo interpretamos la Biblia acerca de los últimos días, mayormente estamos de acuerdo que la Biblia tiene mucho decir acerca de la persecución en los días cercanos a la segunda venida de Jesucristo. Tengo preocupación por los que creen que viene pronto la persecución y mayormente por los que estarán sorprendidos cuando se pase. ¿Estamos preparados? ¿Estamos preparando a la siguiente generación para la puedan enfrentar? Estas preguntas traen seriedad, especialmente al saber cuántos hogares no están obedeciendo en poner un cimiento sólido en sus hijos, con el cual puedan aguantar las futuras tormentas.
Corrie y Betsie ten Boom se criaron en un hogar donde les enseñaron permanencia, como la de una roca, cuando las tentaciones y tribulaciones las llevaron a la cárcel. Corrie narra la historia de ellas en su libro, The Hiding Place (El Escondrijo). Los soldados alemanes dividieron a la familia y los echaron en las cárceles durante la ocupación de Holanda por las tropas alemanas en la segunda guerra mundial. ¿Cuál era el crimen de ellos? El amar a la gente judía y esconderla de los soldados alemanes. En la prisión, las memorias de su estable hogar fueron como muros de poder para los desmayados pensamientos de las dos hijas. Un vivo entendimiento de Dios, recibido en el hogar de su piadoso padre, les ayudaba a descansar confiadamente en el del Padre Celestial; a pesar de que se manifestaba el odio en todos sus ámbitos, sea de las guardias o de las encarceladas. Hay sabiduría en el enseñar a los hijos a aguantar el dolor y los sufrimientos, para prepararlos para los tiempos difíciles del futuro. Nosotros, los norteamericanos, somos delicados y encontramos las depravaciones como difíciles de soportar. Al estudiar las vidas de estas dos perseguidas mujeres, se aclaró de donde recibieron su cimiento firme. Fue de su hogar pío y de allí salió su fuerza, para el momento de la gran aflicción. (Por supuesto, salió de Dios primero, pero su hogar piadoso era un canal abierto para que fluyera la gracia a ellas.) Quiero que miremos ahora ese hogar, para ayuda en la preparación contra la resultante persecución.
La no Amistad con el Mal
Algunos de nosotros sabemos cómo es el estar solo durante las consecuencias que trae el seguir en pos de Jesús. En Norteamérica a veces es fácil seguirle, porque el costo es realmente poco. Pero cuando todos los ahorros de tu vida están en peligro, no es tan fácil. Se necesitan hombres y mujeres de firmes convicciones, cómo Daniel y sus tres amigos, quienes no actuaban en contra de sus creencias. Esta fue la herencia de la familia ten Boom. El padre, el abuelo, y aun el bisabuelo eran hombres de principios inmovibles, desde los días cuando Napoleón gobernaba Holanda. Ellos escogieron servir a Dios, en lugar de los <<poderes que hay>>. Cuando el padre de Betsie y Corrie fue avisado del peligro de refugiar a judíos, él respondió, — Me sería un honor a mí, dar mi vida por la gente escogida de Dios desde los tiempos antiguos, los judíos.
Y en el fin, lo hizo (murió en la cárcel), así también, otros tres miembros de su familia. Estas sólidas convicciones y las internas fuerzas para cumplirlo, se pasaron a la siguiente generación. El padre y la madre inculcaron a los hijos una pasión por lo correcto desde una edad temprana. Y, durante los meses de cruel maltrato en la prisión, esta cualidad llenaba a las dos en medio de sufrimientos inimaginables.
El Ambiente de un Padre Piadoso
Cuando un hombre ama a Dios con todo su corazón y anda con él, hay un ambiente santo alrededor de él. El padre de Betsie y Corrie era tal hombre, su influencia en los hijos no se mide fácilmente. La eternidad revelará la totalidad de las impresiones diarias en su familia. Andaba con Dios mientras trabajaba en su relojería y guiaba a la familia. Y, a razón de su piedad interior, su carácter tocaba cada porción de su hogar. Amados, todos nosotros estamos peleando para alcanzar esta meta. Peleamos para que los efectos de nuestras vidas vayan más allá de los meros hechos realizados. Anhelamos que nuestros hechos broten de nuestra relación con el Dios Eterno. Estudiaremos unos puntos y facetas de la vida de Casper ten Boom.
Fue un hombre que conoció bien la Biblia.
Casper ten Boom era un cristiano que glorificaba a Dios por cada una de sus diarias vivencias. Todo el día enlazaba los eventos acaecidos con la Palabra de Dios. Conoció la Biblia, porque siempre la leía y meditaba sobre sus contenidos. Fue un teólogo autodidacto, predicador laico, maestro y apologista muy conocido por sus habilidades de debatir sobre las Escrituras.
Fue un negociante cristiano.
Abrió su relojería cada día con la lectura de la Biblia y un tiempo de oración. Iba a la <<segunda milla>> por sus clientes y rehusó actuar como amante del dinero. Principios cristianos le guiaban en su negocio y el evangelio lo predicó cuando la oportunidad se le presentara. Este negocio, con hijos colaborando, proveía de muchas horas para se relacionara el padre y los hijos, trabajando lado a lado.
Autoridad calmada y quieta.
Corrie dijo, <<Nosotros, los hijos, teníamos que obedecer a papá, su voluntad era la ley, y lo entendíamos bien. >> La realidad de esto es un poco sorprendente. Su padre no fue un dictador. Nunca hablaba sobre las <<líneas de autoridad>>. Simplemente era una realidad entendida por toda la familia. El padre tenía una autoridad espiritual en sí, la que se difundía en todos los aspectos de la vida hogareña de los ten Boom.
Hay dos niveles de autoridad en el hogar. Son la autoridad de posición y la espiritual. Si se hallan obrando juntas en un hogar, es una combinación efectiva. Muchos padres tienen la autoridad de posición, pero les falta la espiritual. Y, por ello su autoridad no funciona bien. Cuando el padre anda con Dios y ejecuta la autoridad dada a él por Dios, se realizan cosas bonitas. Cuando nosotros, los padres, tenemos las dos clases de autoridad en nuestra propia vida, no tenemos que forzar la sujeción, ni demandar la obediencia. Caspar ten Boom tenía la autoridad espiritual y los de su familia reconocían su posición en el hogar. Y, cosas hermosas se realizaron, cosas que tuvieron resultados eternos.
Nunca ocupó la vara para castigar.
Quizás esto te sorprende, que he notado en especial este punto <<no-bíblico>>, pero fíjate bien en lo que voy a decir. Tengo razón. He notado este punto para los que piensan que el castigar con la vara es la llave para tener orden en el hogar. La vara es solamente uno de los medios usados para criar a los niños <<en disciplina y amonestación del Señor>>. Creo que muchos padres ponen demasiado énfasis en la vara y ponen a un lado otros métodos, los cuales requieren más tiempo y carácter de nuestra parte. Esto es un error grave. El señor ten Boom era un maestro para edificar las relaciones. Era lleno de amor, sabiduría y del Espíritu Santo. Esto hizo que pudiera poner a un lado la vara en su hogar; a pesar de que no es lo que nos enseña la Biblia. No quiero decir que nosotros debemos seguir su ejemplo (porque si no tenemos tal don de edificar las relaciones, vamos a fracasar), simplemente quiero que se sepa que la vara no es el secreto para tener un hogar ordenado.
Una relación amorosa y tierna, respaldada a veces con castigo a través de la vara es más correcta. A despecho de su error, Caspar ten Boom logró buenos resultados. Desarrollemos otras áreas de la crianza de niños, edificando relaciones con nuestros hijos, sin poner a un lado la vara cuando se necesite.
Fue un hombre de oración.
He dicho anteriormente que Caspar andaba con Dios. Varios puntos de su vida lo prueban, pero su vida de oración es sobresaliente. Tenía tiempos de oración personal, los cuales abrieron el camino para tener un espíritu de oración sobre sí todo el tiempo. No había formalidad en sus oraciones. Dios estaba con él todo el día y charlaba con él a menudo. Empezaba a orar a medio charla con otra persona, si se sentía la necesidad de hablar con Dios. Igual que un niño, oraba a Dios mientras hablaba sobre asuntos importantes con otros.
El amor de un padre.
Estamos de acuerdo que el hombre que ama a Dios, igualmente amará a su familia. Y, así era Caspar. Hay tantos diferentes puntos de vista sobre el amor de este padre para sus hijos, que no hay espacio para listarlos todos aquí. Tienes que leer el libro que yo usé para preparar este estudio, In My Father’s House (En la Casa de Mi Padre) por Corrie ten Boom. Este hombre manso, pero firme, capturó los corazones de todos los que vivían en su hogar. Su amor por ellos los afirmó y bendijo diariamente. Palabras amables y un corazón simpático fluyeron a sus hijos. Al acostarse por la noche, todos esperaban la llegada del papá para la bendición final del día. Oró con ellos, cariñosamente los ayudó a acomodarse en la cama y puso su mano tierna en sus cabezas. Estas memorias sostenían a sus hijos mientras estaban encarcelados posteriormente. La seguridad de su padre abrió el camino para que las hijas desamparadas confiaran en el Padre Celestial, en medio de sus aflicciones en la prisión.
El poder e influencia de un piadoso padre establecerá al niño para toda su vida, aunque la madre no cumpla a cabalidad su parte. Y esto es veraz, también, con una madre virtuosa, que trabaje solita en la crianza de sus niños. Pero, cuando una familia tiene ambos, un padre piadoso y una madre igualmente así, el hogar llega a ser una roca firme y sólida, sobre la cual una vida larga y estable se edificará. La madre de Betsie y Corrie siempre estaba al lado de su pío marido y los dos proveyeron el cimiento necesario para una vida de servicio y pruebas en el reino de Dios. Esta pareja se encontró mientras enseñaban a los niños en una clase de la escuela dominical. Oh, ¡Cuán gozoso es ver la fundación de un hogar piadoso! ¡Qué alegría ver un joven y una joven, quienes aman a Dios, unirse en santo matrimonio!
Puesto que está claro que el padre tuvo la influencia dominante en el hogar de los ten Boom, hay que notar que la madre era una potencia escondida, obrando en las vidas de sus hijos. La luz amable que brillaba de sus ojos bendijo a todos los que se acercaron a ella. La madre, cuyo nombre era también Corrie, sufría de mala salud durante los años de infancia de Betsie y Corrie y, falleció cuando su hija Corrie era ya una joven. Los largos años de sufrimientos trajeron una gracia tierna a su vida y a su hogar. Cuando tenía la suficiente fuerza física, guiaba a los niños y su hogar (bajo la autoridad de su marido). Su compasión para otros dejó una gran impresión en sus hijos, la cual duró por toda la vida en cada uno de los cuatro hijos. A pesar de que vivían en la mayor pobreza, siempre hacía espacio en la mesa para uno más, si se necesitaba. Su entusiasmo por la hospedaje infectó a los demás y el hogar se hizo un hogar para quienquiera lo necesitase.
Adictos al Servicio a los Santos
Esto describe a los ten Boom perfectamente. El amor del padre hacia los judíos, el amor de la madre a los necesitados y las actividades de las tías solteras, quienes vivían en el hogar, sumó un ambiente de continuo servicio para todos. El hogar rebosaba del vivir para el bien de otros y los hijos crecieron en tal tierra fértil. Y ¿sabemos lo que pasó, no? Cada hijo siguió este ejemplo de servicio, hasta que en el tiempo de la juventud de Corrie y Betsie, la casa se hizo una colmena de cariñosa actividad. <<Otros, Señor, sí, otros. Qué esto sea mi lema. >> El cristianismo sin amar, sin dar y sin cuidar a otros es solamente una religión muerta, nada más. No hay nada de valor en esto para heredar a la siguiente generación. El cristianismo genuino es una religión del corazón. Si no hay compasión para los otros, realmente no hay nada que dar a los descendientes. El papá y la mamá se hicieron adictos (como dice la versión King James en inglés en 1º Cor. 16:15) al servicio, aunque no fueron ministros ordenados. Por consecuencia, los hijos escogieron lo mismo al llegar a ser adultos. En esto se esconde uno de los secretos para capturar a la otra generación. Hay que tener una motivación, una razón, una meta para unirse a las huestes del Señor. El cielo es tan hermoso y el infierno un lugar no deseado, pero la estimulación mayor para venir a Dios es el servirle a Él. Este motivo movió a Pablo en el camino a Damasco, clamando al Señor, << ¿Qué quieres que yo haga? >>
Conclusión
Miremos otra vez hacia la prisión y la persecución que sufrió toda la familia ten Boom. Las lluvias, sí, descendieron; y el viento, sí, sopló, pero esta familia fue guardada por un poder invisible y por principios profundamente arraigados. El señor y la señora ten Boom cavaron profundo, hasta encontrar la roca y pusieron un cimiento para la familia; <<y la casa sobre la roca permaneció. >> Es menester que hagamos lo mismo, no porque venga la persecución, sino, porque amamos a Dios con todo corazón y queremos que nuestros hijos lo amen también. No obstante, si viene la persecución, la familia estará bien preparada como consecuencia de un hogar lleno del Espíritu Santo. Para concluir, notemos como ese hogar piadoso sostenía a Betsie y Corrie.
Defendieron lo correcto.
Había una causa, una razón, que valía la pena sufrir. Por la razón que fueron enseñadas a tener convicciones más valerosas que la muerte, pudieron padecer el odio y el maltratamiento.
Conocieron bien la Biblia.
La Biblia llegó a ser una fuente de fuerza para ellas. Fue preciosa para ellas y vieron la mano de Dios al permitirles conservar un Nuevo Testamento en la prisión (No se permitían las Biblias allí). Además, la Palabra fue guardada en sus corazones, sacaban sabiduría y dirección de ella todo el día cuando no tenían una Biblia.
Se sintieron seguras en el amor de su padre.
Por esto, pudieron descansar en los brazos del Padre Celestial. Él se hizo su <<Escondrijo>>. Las acusaciones del enemigo no penetraron en sus corazones. El amor del padre abrió la puerta de la verdad del amor del Padre Celestial, y nada pudo dañarles en lo interior. Aquí se gana la batalla, en el corazón.
Las memorias de un hogar amoroso y sólido las sostenían.
En realidad, vieron y escucharon la miseria por todos lados. Pero, en la noche pudieron cerrar los ojos y recordarse de las escenas del hogar: la sonrisa de mamá, el cariño de papá, la mesa familiar y más. Estas escenas repetidamente llegaron a sus mentes, y se animaron una y otra vez.
La abnegación.
Los tiempos difíciles y una familia grande, hicieron en muchas oportunidades posible el vivir sencillamente y estar contentas en esto. Solamente necesitaban a Dios para poder alcanzar la felicidad en el hogar y esto les ayudaban a mirar más allá que las depravaciones presentes y hallar a Dios.
Vivieron por otros durante su encarcelación.
¡Qué hermosa manera para olvidar tu propio sufrimiento y dolor! Había muchas mujeres necesitadas en el campamiento de la prisión, quienes no conocían al Señor. Betsie guió en el evangelizar, y Corrie siguió. Esto les dio una motivación que les sostenía. Tenían una razón para vivir y para no desanimarse. Esta misma causa les guiaba en su juventud y en la prisión les guardó de la desesperanza en los días que pasaban tan lentamente.
Como padres, no sabemos lo que les pasará a nuestros hijos en el futuro. Dios no nos lo revela. Él quiere que vivamos por fe y Le amemos a Él. Nos ha revelado Su plan; criar a hijos piadosos y obedecerle a Él. Bendecidos son los que tengan un cimiento firme forjado en el hogar por los padres. Esto les apoyará en las pruebas resultantes en los últimos días. -Por Dennis Kenaston (traducido)