Unas ordenanzas cristianas
Escoger otro capítuloCapítulo 36
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14.21).
¿Qué es una ordenanza?
Una ordenanza es una regla o una práctica establecida por una persona con autoridad. En la iglesia decimos que las ordenanzas son aquellas ceremonias o prácticas establecidas por Dios por medio de su palabra y que fueron escritas para que sus hijos las cumplan. Cada una de estas ordenanzas tiene un significado espiritual; simboliza un aspecto de nuestra vida cristiana. Cumplir una ceremonia o mantener una práctica no tendrá ningún valor a menos que esté acompañada de la fe y una vida espiritual. De esta manera nosotros creemos que estas ordenanzas establecidas por Dios son de gran valor en la experiencia de la iglesia. Cada cristiano las querrá obedecer porque ama al Señor quien las ordenó, y porque él ha experimentado su bendición al guardar la verdad que las mismas simbolizan. Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”.
Ordenanzas bíblicas
Ya que vivimos en la época del Nuevo Testamento por eso debemos guardar todos los mandamientos y ordenanzas que aparecen en el mismo. En los capítulos siguientes centraremos nuestra atención en siete de estas ordenanzas. A continuación ofrecemos una lista de estas siete ordenanzas y sus respectivos significados y usos:
1. El bautismo con agua
Es la aspiración de una buena conciencia hacia Dios (1 Pedro 3.21).
Caracteriza el lavamiento de pecados (Hechos 2.38; 22.16).
Nos identifica con la muerte de Cristo (Romanos 6.3–4).
Simboliza el bautismo del Espíritu Santo (Mateo 3.11; Hechos 1.5; 2.14–18; 10.44–48; 11.15–16; 1 Corintios 12.13).
Permite la entrada a la iglesia visible (Mateo 28.19; Hechos 2.38–47).
2. La santa cena
Nos hace recordar el cuerpo inmolado y la sangre derramada de Jesús (Lucas 22.19–20; 1 Corintios 11.23–26).
Caracteriza la unión de los santos (1 Corintios 10.16–17).
Anuncia la muerte y la segunda venida de Cristo (1 Corintios 11.26).
3. El velo de las mujeres cristianas
Cubre la gloria del varón; promueve la modestia entre los sexos (1 Corintios 11.6–9, 15).
Testifica acerca de la relación entre la mujer y el hombre en el Señor (1 Corintios 11.2–16).
Es “señal de autoridad” (1 Corintios 11.10).